
El pintor británico Herbert Draper (1864-1920) nos ha dejado la que tal vez es la más bella representación artística de este mito. Su título es precisamente Alcíone (1915):
El lienzo recoge el instante en que Alcíone contempla los despojos de Ceix y se dispone a consumar su trágico destino. Cinco ninfas, dispuestas en un hábil esquema compositivo (cuatro a la derecha y una con los brazos extendidos a la izquierda) configuran un triángulo isósceles en cuyo centro se yergue desolada la figura de Alcíone. Además, la verticalidad de esta crea una ruptura del triángulo anteriormente descrito, contribuyendo así a lograr un precario equilibrio donde se asienta buena parte del atractivo del cuadro. Por otro lado, tenemos una armonía cromática entre las aguas azul-verdosas y la vestimenta de Alcíone, en unas tonalidades que parecen continuar el cromatismo de las aguas. Estos tonos evocan, además, el plumaje de los alciones, como se puede comprobar en la foto inmediatamente anterior.
El gesto de desesperación de la protagonista, acompañado de las estudiadas poses de las ninfas que la circuyen, tiene además algo destacado: el espectador centra su mirada en un punto concreto: el brazo de Alcíone alzado y reclinado sobre su cabeza. Ese punto es el vértice de un rectángulo menor delimitado por la razón áurea o número dorado. Haber incluido en el lienzo esta proporción ya conocida en la Antigüedad por los griegos no es, desde luego, el menor de sus méritos.
4 comentarios:
Es un mito, efectivamente, poco conocido, pero precioso. Has elegido bien. El cuadro que ilustra la historia es, igualmente, bellísimo, como todos los que estás mostrando en tu blog. Continúa, así, vale la pena. Por cierto, los cuadros de Alma-Tadema son maravillosos.
Muchas gracias por tu amable comentario. Palabras como las tuyas me animan a continuar con esto.
Los cuadros elegidos, Rafael, para explicar el mito y su significado son extraordinarios. El valor de la amistad y cariño de los amantes implica un no olvido de la amistad.
Me gustan las obras que has elegido, Rafael, por su tranquilidad. Para mí, esta es una cualidad excelente.
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